por RESISTENCIA 2.0 -
En la trama para desarrollar un golpe de estado en
Nicaragua, las organizaciones de derechos
humanos, asumieron la función principal de manipular las cifras de muertos
durante la campaña de violencia desatada por el terrorismo de la oposición.
“Un estudio detallado de la cifra de muertos que se ha
registrado en Nicaragua desde una campaña violenta para destituir al presidente
Daniel Ortega y su gobierno sandinista muestra que al menos tantos
simpatizantes sandinistas fueron asesinados como miembros de la oposición”,
infirmó el periodista Max Blumenthal.
El estudio que refiere Blumenthal se titula "Monopolizando
la muerte", y fue preparado por el investigador independiente nicaragüense
Enrique Hendrix.
En el estudio se demuestra cómo las ONG locales partidistas
combinaron todas las muertes ocurridas desde abril, incluidos los accidentes y
los asesinatos de sandinistas, con asesinatos por parte de las fuerzas
gubernamentales.
Blumenthal señala que a partir de esa estrategia “Washington
se ha aprovechado del recuento de muertes falsas para impulsar el caso de
sanciones e intensificar la presión para un cambio de régimen”.
El estudio sobre cómo se ha instrumentalizado la muerte para
presionar la salida inmediata del presidente Daniel o elecciones anticipadas es
"evidencia de una campaña que, en
ausencia de una causa justa, utiliza la muerte de cada ciudadano como un motivo
para manipular las emociones de la población con el fin para contraponer al
gobierno contra la gente", explica el periodista estadounidense.
Hendrix me contó que inició su estudio, Monopolizando la
muerte, dos semanas después de que comenzaran las protestas antisandinistas,
dice Blumenthal.
"Todos los canales de la oposición comenzaron a
reclamar que todas estas muertes estaban teniendo lugar [a manos de las fuerzas
gubernamentales], y yo estaba teniendo muchas incertidumbres", dijo. "Así que comencé a investigar las listas
de las organizaciones de derechos humanos y realmente traté de averiguar si
estos recuentos de muertes consistían solo en estudiantes, como informaban los
medios de la oposición", señaló Hendrix.
CENIDH y ANPDH a
favor del cambio de régimen
Según el estudio de Hendrix, estas fueron las principales
organizaciones en las que el Congreso,
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y organizaciones
internacionales de poder blando como Human Rights Watch han confiado en su
comprensión de la violencia que se ha apoderado de Nicaragua.
“Mientras estuve en Nicaragua, aprendí cómo miembros de
CENIDH y ANPDH participaron activamente en la campaña para eliminar al gobierno
sandinista. Por ejemplo, tres estudiantes de la universidad pública UNAN me
dijeron que el asesor jurídico del CENIDH, Gonzalo Carrión, estaba presente con
estudiantes y militantes de la oposición cuando tomaron el campus y que Carrión
era incluso un espectador de su violencia”, relata Blumenthal.
Asimismo, recuerda que la ANPDH fue fundada en Miami, la
verdadera base de la oposición derechista de Nicaragua, “y fue financiada en
los años 80 por el National Endowment for Democracy del gobierno de los Estados
Unidos para pintar a los Contras como víctimas de la brutalidad comunista. Hoy,
el grupo sigue siendo un arma política de elección contra el movimiento
sandinista”.
Haciendo las cuentas de la muerte para venderlas al mundo
El investigador descubrió que los tres principales grupos
autoproclamados de derechos humanos en Nicaragua habían eliminado los contextos
de las muertes que registraron para confundir todas las muertes no naturales
que ocurrieron en todo el país entre el 19 de abril y el 25 de junio con
asesinatos de las fuerzas progubernamentales nicaragüenses.
Hendrix encontró que siete categorías de muertes se
incluyeron en los informes de derechos humanos. Todas las categorías, excepto
una, no guardaban ninguna relación con la violencia gubernamental.
Según Hendrix, los informes del CENIDH, CIDH y ANPDH fueron
rellenados con la muerte de "víctimas de accidentes de tráfico, altercados
entre pandillas, asesinatos por robo, asesinatos accidentales de armas de fuego
y, lo que es más absurdo, suicidios".
Además, detalla que en el informe de la CIDH se incluyen
nueve nombres duplicados, mientras que las tres organizaciones registraron sus
informes con 97 muertes que no estaban relacionadas con las protestas. Las
causas de 77 muertes registradas en los tres informes permanecen desconocidas.
De ONG antisandinistas a organismos internacionales, sin
escrutinio en el medio
Aunque el gobierno nicaragüense nombró su propia comisión
compuesta por expertos independientes para investigar las muertes ocurridas
desde abril, la CIDH se ha negado a aceptar datos de la investigación oficial
nicaragüense, confiando en cambio en la CIDH.
“Esto significa que el principal organismo internacional
responsable de sacar conclusiones sobre la violencia en Nicaragua se ha basado
en gran medida en una ONG partidaria con una inclinación decididamente
antisandinista y no ha hecho ningún trabajo independiente”, sostiene Blumenthal.
“Mientras tanto, en Washington, los miembros del Congreso
como Ros-Lehtinen no solo han confiado en la defectuosa narrativa de la
oposición, sino que han exagerado el número de muertos para impulsar el caso de
un ataque más profundo contra la economía nicaragüense”, valoró el
experimentado periodista.
0 comentarios:
Publicar un comentario