por RESISTENCIA 2.0 -
Una multitud de pobladores de Diriamba exigieron al párroco de la Basílica Menor de San Sebastián, César Castillo, “que saque las armas” que están escondidas en ese templo católico y que fueron utilizadas por delincuentes para causar el caos, violencia y muerte en ese municipio.
Los pobladores llegaron a las afueras de la Basílica sin armas. Solo con gritos demandaron que se abran las puertas de la iglesia y que el padre Castillo también dé la cara, para que rinda cuentas por su participación en la desestabilización, instalación de tranques, asedio a las familias y una serie de crímenes y delitos en contra del pueblo nicaragüense.
Hasta este fin de semana la población de Diriamba estuvo secuestrada por delincuentes que cerraron todas las entradas y salidas del municipio, ocasionaron varios muertos y decenas de heridos.
Este domingo Diriamba amaneció liberada y ahora la población en las calles demanda justicia y Paz.
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