por RESISTENCIA 2.0 -

El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó este jueves que a partir del primero de diciembre, la política exterior mexicana se guiará por el principio de no intervención.

El mensaje es más que claro y el propio AMLO lo confirmo durante una reunión con los embajadores del GRULAC.

En un video que López Obrador subió a sus redes sociales, el presidente electo aseguró a los diplomáticos que como país “siempre vamos a buscar la unidad y la cooperación con los países de América Latina y El Caribe”.

El futuro primer mandatario mexicano también enfatizó que “nuestra política exterior se guiará por los principios de no intervención, autodeterminación de los pueblos, de solución pacífica de las controversias, de cooperación para el desarrollo y de todo corazón nuestro saludo cariñoso, fraterno a los gobiernos y pueblos de América Latina y El Caribe”.

Al final del encuentro en las oficinas de la colonia Roma, el próximo canciller mexicano, Marcelo Ebrard, acompañado del embajador haitiano y decano del Grulac, Marie Joseph Guy Lamothe, explicó que el objetivo de estos encuentros es buscar la unidad de la región y, en caso de México, aspirar a que sea “un punto de encuentro” de AL y del Caribe.

Aseguró que cada una de las 22 naciones “ven con mucho interés que México va iniciar una nueva etapa y una cuarta transformación”, con el objetivo de que el país sea un “punto de referencia”.

“Tenemos esa posibilidad (de influencia) y ellos esperan que así sea. Eso es lo esencial. Si hacemos bien nuestro trabajo en México, tendremos autoridad política y ética en el exterior para poder influir y no intervenir. Esos son los principios que nos van a regir y así México mantendrá su autoridad y su capacidad de mediación”.

En el contexto de Nicaragua, las declaraciones de AMLO y de Ebrard equivalen a un rotundo NO, ante las pretensiones de un reducido grupo de opositores que presionan para que el país azteca continúe siendo parte de un grupo de naciones que desde la OEA impulsa acciones injerencistas en los asuntos internos nicaragüenses.

En días pasados los habituales gatilleros de la palabra publicaron artículos de opinión en importantes diarios mexicanos, para presionar una posición de AMLO a favor de los intereses golpistas.

Por si no les quedó claro, la posición de AMLO es más que contundente. Después del primero de diciembre no cuenten con México. 


Por: Charles Redvers -

Hay tanta información errónea en los principales medios corporativos sobre los recientes acontecimientos en Nicaragua que a menudo “pintan una imagen de la crisis que es peligrosamente engañosa”.


La siguiente es una breve respuesta a los puntos principales de Mary Ellsberg, 
una de las principales voces “progresivas” en Washington que piden un cambio de régimen en Nicaragua.

Primero, Ellsberg dice que aquellos que dicen que ‘la oposición ha sido derrotada’ están equivocados. Ella muestra una foto de una gran protesta para demostrar su punto. Sin embargo, esta manifestacion ocurrió hace meses, el 30 de mayo. Fue tomada en el pico del apoyo de la oposición. Las protestas posteriores han visto los números caer a niveles que deben encontrar vergonzosamente bajos.

En contraste, mientras Ellsberg afirma que Ortega y la vicepresidente Murillo carecen de apoyo, hubo protestas progubernamentales masivas durante todo julio, que culminaron en el mayor el 19 de julio, no solo en Managua, sino en pueblos y ciudades de todo el país. Han continuado desde entonces.

La verdad es que, en términos de manifestaciones, huelgas y barricadas en las calles, el apoyo de la oposición cayó rápidamente una vez que la gente comenzó a ver a través de sus mentiras y la violencia y el caos que causó.

Los números de protesta de oposición están disminuyendo rápidamente.

En segundo lugar, Ellsberg minimiza la importancia del dinero estadounidense y el apoyo de la derecha a la oposición. Pero la “Alianza Cívica” antisandinista da poca indicación de su propia agenda política para Nicaragua, más allá de deshacerse del gobierno elegido, por lo que es perfectamente legítimo preguntarse de dónde proviene su apoyo político.

Incluso los críticos de Ortega, como Ben Waddell, han dicho que las agencias de los EE. UU. Como National Endowment for Democracy han estado sentando las bases para la insurrección al brindar apoyo financiero a la oposición nicaragüense.

En medio de la crisis, sus líderes viajaron a Washington y Miami, financiados por Freedom House, para reunirse con republicanos de derecha como Marco Rubio, Ted Cruz e Ileana Ros-Lehtinen.

Los líderes estudiantiles buscaron apoyo de la extrema derecha en El Salvador, reuniéndose con los oficiales del partido Arena.

Más recientemente, aparecieron en el Instituto Hudson en Washington, DC, un bastión del militarismo de derecha y del extremismo pro-Israel. ¿Qué nos dice todo esto sobre sus intenciones políticas?



Victor Cuadras, the face and voice of Nicaragua’s coup plotting opposition students, finds a natural base at the Hudson Institute, a hyper-militarist neocon think tank funded by Likudnik and far-right foundations https://rightweb.irc-online.org/profile/hudson_institute/ 


Tercero, aunque las muertes en las protestas son una gran tragedia, llamarlas una “masacre” da crédito a los números exagerados y cínicamente manipulados que usa la oposición. Un análisis detallado de las bajas en los primeros dos meses, que eliminó el doble conteo y los incidentes no relacionados con las protestas, descubrió que hubo 119 muertes, divididas por igual entre ambos “lados”. Un recuento oficial reciente registra 197 muertes a fines de julio.

Ellsberg cita cifras más altas de los informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pero perdieron toda credibilidad que pudieran haber tenido al sacar conclusiones basadas en el trabajo de los dos órganos locales de derechos humanos, que tienen una larga historia de abierta parcialidad contra el gobierno sandinista. Paulo Abrāo, jefe de la CIDH, lejos de ser un observador neutral, declaró abiertamente su apoyo a los manifestantes estudiantiles el 19 de mayo cuando levantaron violentamente un autobús lleno de personas que regresaban de una manifestación de paz, lo que provocó varias lesiones.

En cuarto lugar, al igual que los propios líderes de la oposición, Ellsberg se refiere a los manifestantes “pacíficos” y se niega a aceptar la violencia que perpetraron. Esto ha incluido el asesinato de 22 policías, además de muchos funcionarios del gobierno y simpatizantes sandinistas, el más reciente hace unos días en Matagalpa. Varios sandinistas han soportado terribles torturas .

Ella se refiere a las escenas violentas cuando las fuerzas gubernamentales lograron reabrir el acceso a las ciudades de Jinotepe y Diriamba, en las cuales los partidarios sandinistas atacaron a sacerdotes y obispos. (Irónicamente, estaban protegidos por una fuerte escolta policial, la misma policía a la que los obispos habían pedido anteriormente que se retiraran de las calles). Lo que ella no dice es cuán enojada estaba la gente en la iglesia siendo utilizada como lugar de refugio para hombres armados manifestantes que aterrorizaron a estas dos ciudades durante más de un mes, con cerca de 400 conductores y sus vehículos como rehenes en la carretera principal.

El gobierno nunca habría podido eliminar los cientos de barricadas que erigió la oposición si no hubieran tenido apoyo popular para hacerlo.

Ahora que el golpe ha sido derrotado, está saliendo a la luz mucha más evidencia de violencia, como el testimonio de Dania Valeska, una de las estudiantes de protesta, sobre el armamento de las personas que ocuparon una de las principales universidades (la UNAN).

Ellsberg muestra una imagen de Valeska en uno de los vídeos de apelación (“Mamá, perdóname …”) que hizo cuando presuntamente fue atacada en la UNAN, y luego se demostró que actuaba como un juego. Ese vídeo falso fue utilizado por la oposición y sus amigos de los medios de todo Estados Unidos y Europa.

Mary Ellsberg tiene razón en un aspecto: la oposición ha ganado el apoyo de los medios internacionales, y de la administración de los Estados Unidos y los gobiernos ahora de derecha principalmente en el resto de América Latina. La oposición se aferra a estos aliados, ayudados por la imagen falsa pintada por artículos como Ellsberg, mientras que su apoyo en Nicaragua se está desvaneciendo.

Desde mediados de julio, el país ha vuelto gradualmente a la normalidad; Los partidarios sandinistas han vuelto a las calles; las barricadas han sido desmanteladas (a menudo por las propias personas locales); y la violencia se ha detenido en gran medida. Se está reparando el enorme daño causado por los manifestantes a edificios públicos, centros de salud, carreteras y docenas de casas privadas. Las empresas y las escuelas que estaban cerradas se han reabierto. La vida diaria se ha reanudado y los turistas han comenzado a reaparecer.

El golpe fracasó, pero Mary Ellsberg y otros continúan intentando persuadir al resto del mundo de que la crisis de Nicaragua está “lejos de haber terminado”.
Nota del editor:

Mientras minimiza el papel de los EE. UU. En el golpe, Mary Ellsberg ha trabajado durante años con algunas de las principales organizaciones respaldadas por el gobierno de los EE. UU. Que tienen como objetivo aplastar al movimiento sandinista, así como a las ONG del gobierno europeo que han estado activas dentro de Nicaragua.

El currículum de la Universidad George Washington de Ellsberg indica un extenso trabajo con USAID, que acaba de comprometer $ 1.5 millones en fondos para los medios de oposición y las ONG de Nicaragua. (Aquí hay un informe de USAID al que Ellsberg contribuyó). Ellsberg incluso ha sido miembro de una delegación organizada por el Departamento de Estado de los EE. UU., La matriz gubernamental de USAID.

En su artículo, ella no solo no reveló su participación en el brazo de cambio de régimen del gobierno de EE. UU., Sino que omitió mencionar que USAID gastó más de $ 5 millones en los últimos cuatro años “preparando el terreno para la insurrección” en Nicaragua.

Mientras tanto, el hijo de Ellsberg, Julio Martínez Ellsberg, ha sido asesor de un grupo de estudiantes de la oposición, blanqueando la violencia de la oposición mientras ejerce presión sobre “grupos progresistas (…) para que corten públicamente los lazos con el partido [sandinista]”.

El editorial cargado de distorsiones de Mary Ellsberg fue publicado en Pulse Media, una de las plataformas más activas en inglés para promover el cambio de régimen en Siria, y para difamar a las figuras públicas que disienten del consenso de Washington. El creador de Pulse, Idrees Ahmad, ha estado bajo una investigación de larga duración por parte de sus empleadores en la Universidad Stirling del Reino Unido por su acoso serial en línea contra enemigos ideológicos. (Ellsberg probablemente no apreciaría la inclinación de Ahmad por nivelar los insultos misóginos contra las activistas feministas con quienes no está de acuerdo).

Antes de publicar mi exposición objetiva en dos partes sobre la organización White Helmets, respaldada por USAID , recibí una llamada telefónica no solicitada de Ahmad. Desató una diatriba amenazante, tratando de intimidarme en contra de publicar el artículo. Todavía no sé cómo obtuvo mi número de teléfono o cómo supo que iba a publicar, aunque tengo mis sospechas. (El audio está aquí.)

Es revelador que Ellsberg, una de las principales voces “progresivas” en Washington que piden un cambio de régimen en Nicaragua, haya unido fuerzas con los defensores más maliciosos por hacer lo mismo en Siria. Afortunadamente para las personas en ambos países, sus esfuerzos hasta ahora han sido un fracaso.

– Max Blumenthal


por RESISTENCIA 2.0 –

El 25 de febrero del 2018, el pastor David Spencer, líder espiritual y fundador de la congregación cristiana Hosanna en Nicaragua, profetizó la victoria del Presidente Daniel y del pueblo nicaragüense sobre las fuerzas tenebrosas del terrorismo y el golpismo.

Ese día, Spencer recibió de manos del Presidente Daniel Ortega, la ciudadanía nicaragüense. Un regalo por el que dio infinitas gracias a Dios.

Durante el acto, Spencer hizo una oración al altísimo y al finalizar dijo:

“Señor, oh Jesucristo, aquel Cristo que nació de la amada Madre de Nuestro Señor, gracias, porque un Nuevo Tiempo viene, y si Dios es con Ustedes, ¿quién contra ustedes? Si Dios es con Ustedes, se le pueden interponer pero no te vencerán. Gracias, Señor, porque si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?”.

El querido Pasto David Spencer falleció el pasado 16 de mayo, y fue sepultado el 18 de mayo. Sus últimos días transcurrieron en los momentos más duros del terrorismo y la violencia instaurada por un pequeño grupo en contra el pueblo nicaragüense.

La palabra profética del pastor Spencer, que es de bendición para todo el pueblo nicaragüense, se está cumpliendo al pie de la letra en el país.

Los nicaragüenses “son un pueblo que saben cómo levantarse del polvo y lograr los propósitos de Dios sobre todo, admiro la fe del nicaragüense, esa fe inquebrantable en nuestro Señor Dios todo poderoso por una Nicaragua mejor, una Nicaragua llena de las promesas de la palabra de Dios, un pueblo fuerte, aguerrido en los principios de Dios. Me quedo sorprendido de lo que está ocurriendo en estos momentos y la bendición de Dios yo veo venir sobre este país”, manifestó en aquella ocasión.

“Algo bueno le está pasando a Nicaragua, Dios tiene planes para el país, este pueblo se va a levantar y el mundo se va a sorprender, creo firmemente que Nicaragua está bajo la promesa de Dios, la biblia dice en proverbios 29:2, cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra, yo miro un pueblo con un rostro diferente, veo a los jóvenes destacándose en los estudios y miro la bendición de Dios”, señaló el pastor David Spencer.

Tal como lo profetizó, luego de casi tres meses de violencia desatada por las fuerzas tenebrosas que sembraron destrucción y muerte, el Presidente Daniel y el pueblo nicaragüense derrotaron el golpismo y ahora trabajan para reconstruir el país y caminar nuevamente, de la mano de Dios, por las sendas de Justicia y Paz en los nuevos tiempos.



para RESISTENCIA 2.0 –

La verdad de lo que se vive en Nicaragua está en las calles, no en los medios de comunicación. Acabo de regresar de un viaje por Europa  y me sentía bastante preocupado al volver a este país que lo dejé envuelto en caos y según la prensa nacional e internacional, las cosas se ponían cada vez peor.

Una semana antes de emprender el viaje de regreso a Nicaragua decidí dejar de leer las noticias.

De alguna manera me sirvió de terapia alejarme de las informaciones, pero el día y la hora para enfrentarme nuevamente ante la “cruda realidad” que había dejado hace un par de meses se aproximaba y mientras más cerca del país me encontraba, un sentimiento de incertidumbre se apoderaba de mí.

Bajé del avión, hice todos mis trámites reglamentarios y al salir del aeropuerto me encuentro nuevamente con un país tranquilo. ¡SORPRESA!

Algo no cuadra, pensé. Pero todo parecía normal. Para ir a casa tengo que atravesar todo Managua. Y en ese largo recorrido, nada, ni por cerca, encajaba en las noticias que había leído.

En una breve conversación con el taxista que contraté para trasladarme, un tipo agradable y platicón, me puso al tanto de la situación. “Todo es mentira”, me dijo y eso fue lo que más se me grabó en la mente.

¿Qué pasó con los tranques, con las manifestaciones y la violencia? pregunté. “Se terminaron”, dijo a secas.

En el trayecto a casa, pasamos por el mercado oriental. Todo transcurría como si nada hubiera sucedido, lleno de comerciantes, compradores, tráfico pesado, policías dando vía en las calles, supermercados abiertos, gente yendo y viniendo.

Llegué a casa y aún no lo podía creer. Después de un merecido descanso, tras largas horas de vuelo, encendí la televisión para ver los canales locales. INCREÍBLE, los medios noticiosos seguían enfrascados en las mismas mentiras.

Las noticias escritas de La Prensa, El Nuevo Diario y otros medios digitales, también estaban en la misma sintonía, falsificar la realidad de lo que se está viviendo en Nicaragua.

Este fin de semana di un largo paseo, me fui directo a San Juan del Sur y al regresar pasé por Granada. Es triste que los meses de violencia impactaron negativamente en la industria turística nicaragüense. Pero el peor daño al país lo están haciendo las campañas de manipulación y mentira desde los medios de comunicación.


Me fui seguro y volví seguro. En la carretera no hay tranques, en las ciudades hay la seguridad necesaria por parte de la Policía Nacional; y los dueños de bares y restaurantes en los lugares turísticos están haciendo sus mejores esfuerzos para atraer nuevamente a los turistas nacionales y extranjeros, que aunque pocos si los hay.

Por esa razón  me tomé el tiempo para escribir este pequeño relato, para enviárselo a mis amigos en España y en todo el mundo.

Soy un extranjero enamorado de Nicaragua, un país bello, donde tengo casa, familia, trabajo, amigos y las mejores historias de mi vida.

No soy para nada político, ni me interesa meterme en política. Pero si soy una persona que tiene la obligación de decir la verdad, frente al daño que desde algunos medios de comunicación se quiere hacer al país, al publicar a diario desinformaciones.


RESISTENCIA 2.0 -

Autoridades de la UNAN-Managua, a través de un comunicado oficial, desmintieron este martes una noticia manipulada y malintencionada del panfleto El Nuevo Diario (END), que se ha prestado claramente al juego de pequeños sectores golpistas que quieren vender una imagen distorsionada sobre la situación del país.  

El medio de desinformación publicó que “la Rectoría de la UNAN-Managua firmó un permiso para que el Gobierno atacara a sus alumnos con supuesta fuerzas paramilitares y parapoliciales”.

Las autoridades de esta Alma Mater indicaron que dicha afirmación es totalmente falsa y perjudica sustancialmente la imagen de la casa de estudios, por lo que exigieron a El Nuevo Diario una rectificación y disculpa pública en un plazo de tres días.






por RESISTENCIA 2.0 -

La arremetida del neoliberalismo impulsado por Estados Unidos, que utiliza “organizaciones de derechos humanos” en contra de los gobiernos progresistas de América Latina, tiene sus días contados. 

El giro de importantes países latinoamericanos, México y Brasil, hacia la izquierda progresista es apenas una de las señales de que un nuevo contexto político se iniciará en la región. Pero si vemos más allá del continente americano, en escenarios más complejos como las Naciones Unidas se están produciendo cambios de vital importancia.

En el plano de la ONU, la denominación de la expresidenta chilena, Michelle Bachelet, en el cargo de Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, es una realidad que no conviene a una serie de países que utilizan la bandera de los derechos humanos para desestabilizar gobiernos, tanto en América Latina como en el resto del mundo.

Es así que desde antes de iniciar su gestión el próximo 1ro de septiembre, Bachelet ya recibió fuertes críticas de organizaciones no gubernamentales como HWR, Amnistía Internacional y UN Watch, por su acercamiento, en años anteriores, a gobiernos de corte socialista como Venezuela, Cuba y Nicaragua.

A pesar de las detracciones y del descontento de los tanques del pensamiento hegemónicos, la también ex representante de ONU Mujeres, recibió en las Naciones Unidas el respaldo de la comunidad internacional.

ONG manipuladoras “muy preocupadas”

La preocupación de las ONG´s, utilizadas por Estados Unidos para acompañar agresiones violentas disfrazadas de manifestaciones pacíficas, que incluyen campañas de noticias falsas en contra de gobiernos progresistas, tiene fundadas razones.

Es tal la situación, que desde el mes de abril, la organización no gubernamental UN Watch, está en campaña en contra del Comité de Derechos Humanos de la ONU, conformado por 19 países que se encargan de  acredita a las ONG´s de derechos humanos.

Precisamente, el 16 de abril del 2018, días antes del inicio del fallido golpe de estado en contra del gobierno del Presidente Ortega, los miembros del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC) reeligieron a Nicaragua, como miembro del Comité de Organizaciones No Gubernamentales, en reconocimiento de la ardua labor que el país realiza en solidaridad con las causas más justas de los pueblos.

Nicaragua junto con Cuba, México y Brasil, representan a Latinoamérica y el Caribe ante el Comité en su labor con las Organizaciones No Gubernamentales por un período de 4 años, empezando el 2019 y culminando en el 2022.

Con su reelección, los miembros del ECOSOC depositaron una vez más, toda su confianza y respaldo a Nicaragua, a la gestión del Gobierno Sandinista y a su vez reafirmaron la justicia, equidad y respeto con el que Nicaragua ha desempeñado su labor en ese Comité.

Sin embargo, Hillel Neuer, director ejecutivo de UN Watch,  dijo que elegir a países (como Irán, Rusia y Venezuela) en este comité “perjudicará la capacidad de los activistas en favor de la democracia de todo el mundo para defender sus derechos humanos dentro de las Naciones Unidas”.

La responsabilidad del comité de la ONU es evaluar el trabajo de las ONG´s pro derechos humanos, así como acreditar organizaciones que cumplen con los estándares y su mandato de derechos humanos para todos.

Previendo un escenario adverso, dominado por países que no son del agrado de Estados Unidos o donde las ONG´s han actuado al compás de intereses económicos y políticos; el pasado 20 de junio la nación norteamericana abandonó el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, pero no lo hicieron sus aliados, en cuyas manos está la tarea de boicotear de todas las formas posibles, el trabajo de ese organismo de las Naciones Unidas.

El objetivo de instalar gobiernos neoliberales y alineados a la política estadounidense en Nicaragua y Venezuela, es una tarea que le ha resultado infructuosa a Estados Unidos y en la medida en que el tiempo pasa las posibilidades son más remotas.

Es por ello que, valiéndose de su influencia en la OEA, EE.UU. y los organismos que patrocina, buscan a cualquier costo el cambio de gobierno por medio de acciones desestabilizadoras que son apañadas por las mismas ONG´s de derechos humanos que ahora se sienten amenazadas de ser desacreditadas a nivel mundial.



RESISTENCIA 2.0 -

La manera en que las fuerzas de desestabilización se vinieron manifestando en Nicaragua durante los últimos meses, debe enmarcarse en una región donde la violencia armada y paracriminal representada en bandas como la Mara Salvatrucha (MS-13) y la Calle 18 (M18), han mutado de bandas callejeras a desempeñarse en niveles medios del crimen organizado, sirven de peones en la defensa de la industria internacional del narcotráfico. Ganar el territorio nicaragüense, ajeno al control paramilitar de sus instituciones, a la causa del narcotráfico y sus derivados criminales, se había convertido en parte de los móviles para presionar por el cambio de régimen en el país.

Origen transnacional de las pandillas centroamericanas

Las pandillas en Guatemala, Honduras y El Salvador, naciones ubicadas en lo que se conoce como el Triángulo Norte centroamericano, son el resultado de países alterados por el destino de repúblicas bananeras que Estados Unidos determinó en función de alimentar su estatus de superpotencia.

Durante los conflictos armados de los años 70 y 80, más de 1 millón de personas emigraron producto de las cruentas guerras en Centroamérica, donde Estados Unidos tuvo un papel clave en el financiamiento de grupos mercenarios; recordemos a los Contra, para evitar la llegada al poder, o la consolidación en el caso de Nicaragua, de gobiernos alternativos. Esa es la causa principal que determinaría el grueso de la historia contemporánea de Centroamérica, allí donde la violencia de los años 70 se une, en un mismo trayecto, en un mismo plan, con la terrible ola de violencia que azotó a Nicaragua.


Volviendo a la emigración forzada. Los que tomaron como destino el norte del continente americano, obligados a la clandestinización, se formaron en las prácticas de crimen común, vandalismo y el narcotráfico como respuesta de sobrevivencia a la violencia cotidiana. En el año 1996 se implementó en Estados Unidos la deportación masiva de inmigrantes. Como consecuencia, 200 mil ciudadanos, la cuarta parte de ellos presos por estar relacionados a la cultura pandillera, fueron trasladados a Honduras, Guatemala y El Salvador.
Allí comienza la transnacionalización de las Maras, una de las formas sociales más famosas de un amplio espectro de criminalidad. 

Los grupos violentos absorvieron a las pandillas locales e importaron los códigos de un nivel de violencia criminal más organizado, con el aditivo de un flujo de armas adquiridas ilegalmente en los estados fronterizos de Estados Unidos.

En ese contexto, se ubica el triunfo y desarrollo de la revolución sandinista, que enfrenta su propia condición, a nivel geopolítico: estar en el corredor de tráfico de drogas que viaja desde los Andes con destino a los grandes mercados de las urbes norteamericanas. El enfoque ideológico con que Nicaragua aborda la penetración de bandas criminales es contrastable con las soluciones presionadas por la Agencia de Control de Drogas (DEA) y aplicadas en los países del Triángulo Norte, diezmado por el MS-13 y el M18.



El Estado nicaragüense ha confrontado a pandillas locales menos violentas, a través de una articulación entre las fuerzas de seguridad nacional y la ciudadanía, conformando grupos de vigilancia comunitaria y logrando la identificación y desmovilización temprana de agentes del caos en barrios y localidades, con el fin de desescalar la violencia en el país. El resultado es tan evidente que ni organizaciones mundiales han podido negar la excepcionalidad con sus vecinos fronterizos: Nicaragua es conocido como el país más seguro del planeta.

Sin embargo, el fortalecimiento de las Maras en las débiles estructuras estatales del Triángulo Norte, que se profesionalizaron, expandiendo su participación a actividades de extorsión, crimen organizado y el tráfico de drogas y personas, ha intensificado en el país la importación de células ligadas al pandillaje regional. Lugareños de Soto y San Lucas, poblaciones fronterizas con Honduras, sufren la intervención de estas bandas en su cotidianidad.

El arresto en 2017 de Sergio Umaña, presunto líder del MS-13, acusado de lavado de dinero y tráfico internacional de drogas, es el antecedente más destacado de una serie de detenciones en departamentos fronterizos de Nicaragua que confirman la adquisición de propiedades y recursos logísticos, así como las intensiones de establecer células de la organización en ese país.

Torturas, incendios y asesinatos: emulación de células paramilitares

Ahora, con el surgimiento de las manifestaciones aparentemente pacíficas en abril de 2018, utilizando el modelo de revolución de color como línea de acción para forzar un cambio de régimen, se fija el enlace de los operadores intelectuales con grupos paramilitares que escalen el conflicto a un nivel mayor de violencia política. Mientras que toman y aseguran territorios valiéndose del caos, la campaña mediática inicial de cubrir con el manto cívico a los grupos violentos blanquea a los involucrados en los hechos y se los adjudican al gobierno de Daniel Ortega.

En Venezuela, por ejemplo, el plan de golpe de color se gestionó con el apoyo del paramilitarismo colombiano, sobre todo en los puntos candentes de la guarimba en los estados fronterizos como Táchira y Zulia. En Nicaragua, son las pandillas y Maras constituidas en los países vecinos las que acuden al llamado de los intereses transnacionales. Justamente es su forma de operar, la que sugiere su autoría en el rastro de horror de las más de 170 víctimas fatales.

Las similitudes en las formas de actuar de las agrupaciones criminales en el desarrollo del conflicto nicaragüense y las células pandilleras en regiones fronterizas, se observan en el uso de asesinatos selectivos, la extorsión, saqueos de negocios, control de las vías de comunicación y extorsión a la ciudadanía. El modus operandi que los indentifica.
Secuestrar y amordazar a las víctimas para golpearlas, amenazarlas de muerte y grabar las acciones que luego difunden en redes sociales, evocaban las tácticas de terror que bandas paramilitares aplican en otros países. A finales del año pasado, miembros del MS-13 grabaron y luego publicaron en redes sociales la tortura y posterior asesinato de una menor de edad, un caso que no sólo impactó a la opinión pública sino que sirvió de propaganda para que el MS-13 se proyectara por encima de la capacidad policial de la autoridades salvadoreñas.

En distintos departamentos, que sufren el acoso de estos agentes ajenos a la comunidad, han delatado a estos grupos que, con la indulgencia de representantes de la oposición política, organismos no gubernamentales y la Iglesia católica, toman control de las vías de comunicación, imponen un estado de sitio, saquean negocios pequeños y extorsionan a los habitantes.


La imposición de los paros nacionales como medida de presión fue una estrategia empleada por las pandillas en 2015 contra el gobierno salvadoreño, que obligó a un paro de transporte, amenazando con matar a cualquiera que los desafiara. Asimismo ha funcionado en Nicaragua los llamados a trancar las calles y armar barricadas. En Madriz, el FSLN denunció que actores extremistas y asociados a la dirigencia opositora amenazaron y extorsionaron a la población con armas de fuego ante la negativa de sumarse a las barricadas para paralizar al país.

La intimidación, incorporando lenguaje de guerra en el entorno de los nicaragüenses, se ejecuta en la inserción en el territorio de estos ejércitos no regulares abocados al cambio del poder político.
El asesinato selectivo de personas que alimenten la confrontación de los grupos opositores y el desprestigio de los procesos de diálogo convocados por el Estado nicaragüense se alternaron con el mantenimiento del vandalismo interno que contenga, por medio de la instauración del terror, a la organización de las comunidades que habían restablecido la normalidad en sus localidades.

Es el caso de Mayasa, departamento del oeste que estuvo bajo asedio de las bandas armadas durante dos meses, y que hoy, liberadas de estas, relatan los vecinos del sitio.

Los focos de violencia, mayores en las regiones centrales y del norte del país, aumentaron vertiginosamente en el mes de junio, con un incremento en los sicariatos a miembros de los cuerpos de seguridad, dirigentes de movimientos políticos, instituciones públicas y organizaciones sociales, así como en los casos de incendios a hogares, escuelas y centros hospitalarios.

El cénit de los ataques se concentró en el este de la capital de Managua, cuando en un mismo día se registró el fallecimiento de 7 personas, entre ellas dos menores de edad, producto del incendio de una vivienda familiar causado en la madrugada del 16 de junio por grupos violentos, y el asesinato durante el día de Francisco Ramón Araúz Pineda y Antonio Fernández, que intentaban atravesar una barricada.

Araúz fue, además, incinerado por los terroristas mientras grababan la acción. Al 21 de junio, el Cuerpo de Bomberos Unificados, contabilizaba en 54 los incendios estructurales, 30 de ellos provocados por vándalos encapuchados.


Intereses bajo cuerda en el escenario internacional

Los medios privados, que conduce los eventos a la victimización de los operadores violentos, difundiendo acusaciones sin pruebas claras y aprovechándose de la fatalidad terrorista, apela a la ignorancia de sus espectadores internacionales para posicionar la narrativa de la violación de derechos humanos en el país por parte de las instituciones gubernamentales. Pero la mínima inmersión a la cadena de eventos que deterioraron a una región ejemplar en el área de seguridad nacional, hace imposible asociar al gobierno que dirigió las políticas para aislar la criminalización del país que Estados Unidos impuso en Centroamérica.

Ese estado de horror permanente, que en Nicaragua abre paréntesis a la normalidad que movimientos sociales sandinistas iniciaron en la década de los 90 en su territorio, es el azote diario de las naciones que la bordean, y que propagandistas de la democracia occidental omiten.
La violencia política de los 70 y 80 se transformó en la violencia criminal de las pandillas bajo el amparo o el desinterés de sectores corrompidos de los Estados. 52 asesinatos en un solo día fue la cifra más letal de El Salvador en 2015. 7 mil 172 homicidios fueron el saldo anual de 2012 en Honduras. Un día histórico para Guatemala, que tiene una tasa de 75 homicidios por cada 100 mil habitantes (el triple que el promedio anual de la región), es que pasen 24 horas sin que ocurra ningún asesinato. Transferir la configuración criminal de este triángulo, para contribuir al derrocamiento de Daniel Ortega, es cuestión de financiamiento a los vasallos adecuados.

Vuelven a la memoria Siria y Libia, remotas en distancia, pero cercanas en las intenciones del poder fáctico por desmantelar a los Estados de los países periféricos, un proyecto político que no conoce de fronteras y que se adapta a las características territoriales y culturales del sitio al que ataca. Las fichas, llámese Estado Islámico o Mara Salvatrucha, construidas en zonas balcanizadas, son funcionales a la caotización de territorios y tienen el potencial para fungir como actores no estatales en la pretensiones cada vez más urgentes, y menos eficaces, del orden mundial occidental por instaurar un estado de excepción global.

Justamente, con la deportación masiva de los años 90, el sincretismo con la violencia criminal en Estados Unidos, la mega plaza del narcotráfico que se consolidaba en Los Ángeles con su respectivo cordón umbilical en Centroamérica y la transformación del centroamericano precarizado por el conflicto armado en un obrero de la industria del narcotráfico, se sentaron los pilares para descabezar, en el momento indicado, a los países que aún se resisten a ser una maquila o que coloquen diques a las rutas del narcotráfico del cual depende Estados Unidos, tanto su gobierno como su enferma y destruida población.


(Investigación: Misión Verdad) 


por RESISTENCIA 2.0 -

Mientras en Nicaragua el Presidente Ortega logró derrotar el fallido golpe de estado contra su gobierno, a nivel internacional las fuerzas políticas se reacomodan y la izquierda latinoamericana está a punto de anotar una segunda victoria, tan fuerte como la de México, con el triunfo del Partido de los Trabajadores (PT) del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, el próximo 7 de octubre en Brasil.

El viraje de Latinoamérica hacia la izquierda progresista es inminente, anotan los analistas internacionales en los medios de comunicación, algunos que son dominados por los tanques de pensamiento de derecha.

De hecho, los análisis se centran en los cambios que los nuevos gobiernos tanto de México como Brasil, implementarán de cara a la política internacional, particularmente en las posturas que asumirían con las situaciones internas de Venezuela y Nicaragua, países que en los últimos meses han sido blanco de tramas desestabilizadoras y ataques terroristas para derrocar a sus gobiernos.

“Los analistas prevén que en octubre el Partido de los Trabajadores (PT) gane las elecciones presidenciales en Brasil. Este triunfo del partido de Lula, sumado a la reciente victoria de AMLO en México, cambiará la correlación de las fuerzas políticas en Latinoamérica, en un claro viraje hacia la izquierda progresista.”

En el caso de Brasil, el escenario, aunque complejo, da una clara victoria al PT que ganaría con una amplia mayoría del 33% de los electores dispuestos a votarle, muy por delante de Bolsonaro, que según las encuestas apenas obtendría el 15% de los votos.

El candidato a vicepresidente de la plancha presidencial PT, Fernando Haddad, dijo el lunes a medios brasileños e internacionales que “cabría al gobierno brasileño no tomar partido en los dos conflictos”, refiriéndose a los asuntos internos de Nicaragua y Venezuela.

“Los gobiernos del PT nunca tomaron partido cuando hay conflicto abierto o no en países de la región. Y creo que esta posición es correcta desde el punto de vista de la cancillería.”, manifestó.

En México, el triunfo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue una gran derrota para la derecha internacional. La nueva posición del país azteca anunciada por el presidente electo será “respetuosa de la soberanía de otros países”, confirmó a medios internacionales el futuro canciller mexicano Marcelo Ebrard.

En ese caso, “si el PT logra recuperar el gobierno, México y Brasil podrían presentar una opción progresista que podría cambiar la tendencia política en toda la región, más allá de los tradicionales enfrentamientos geopolíticos entre los dos países”, opina el analista internacional Jorge Fernández Menéndez.

Medios brasileños como OGlobo, resaltan que en julio, la ex presidenta Dilma Rousseff, líder del PT, participó en el encuentro del Foro de Sao Paulo en el que se aprobó una resolución de apoyo al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y a su líder el Presidente Ortega.

“La secretaria de Relaciones Internacionales del PT, Mónica Valente, ocupa el cargo máximo del Foro, la secretaría ejecutiva”, agrega la publicación, dejando entrever que un triunfo del partido del ex presidente Lula conduciría a una política internacional respetuosa a partir de Enero del 2019. Esto indica que Brasil ya no formaría parte de la coalición de gobiernos injerencistas en los asuntos internos de cualquier nación del continente.

Inclusos los análisis más conservadores, apuntan a que el panorama político internacional está a punto de reconfigurarse.

“Un triunfo de Lula o de López Obrador, o de los dos, no sólo frenaría el “giro a la derecha” que ha dado la región desde los comicios presidenciales en Argentina, en 2015, que ganó el empresario Mauricio Macri, sino que inclinaría la balanza geopolítica latinoamericana hacia la izquierda.”, opinó Rafael Croda, analista del semanario mexicano de análisis político y social, Proceso.

Efectivamente, la primera parte del pronóstico de Croda se cumplió como el descomunal triunfo de AMLO en México. Y aunque aún faltan semanas para las elecciones de Brasil, el triunfo del PT es inminente, opinan otros analistas.

Está claro que “un viraje a la izquierda de países con el peso de Brasil y México modificaría de nueva cuenta el panorama político regional y alentaría posturas más firmes y concertadas de Latinoamérica frente a temas como las políticas antiinmigrantes de Donald Trump y el cambio climático”, explicó Croda. A ello habrá que agregarle posiciones más sólidas sobre el tema de la no injerencia en los asuntos internos de los países, desde ningún foro político como la Organización de Estados Americanos (OEA). 

Es por ello que el triunfo de AMLO en México y una posible victoria del PT en Brasil, frustrarán todos los planes que una coalición de gobiernos neoliberales ejecutan desde la OEA y sus mecanismos injerencistas para inmiscuirse erróneamente en los asuntos internos y soberanos de las naciones del continente.


por RESISTENCIA 2.0 - 

Absoluto silencio. La Conferencia Episcopal de Nicaragua guarda un silencio sepulcral frente a los graves delitos de índole sexual contra menores de edad, cometidos por sacerdotes y obispos en Chile y Estados Unidos.

El último escándalo que es protagonizado por la Iglesia Católica, está sucediendo en Pensilvania, Estados Unidos, donde el Fiscal General del Estado, Josh Shapiro, presentó una investigación que señala a más de 300 sacerdotes católicos de abusar de más de mil niños y adolescentes.

Otro de los países más afectados por los religiosos católicos violadores de menores es Chile, donde se investiga a decenas de sacerdotes que están implicados o fueron partícipes de violaciones contra menores de edad.

El pasado jueves, el sacerdote y excanciller del Arzobispado de Santiago de Chile, Óscar Muñoz fue detenido por cinco presuntos delitos de abuso sexual reiterado y estupro, informaron autoridades chilenas.

Desde Nicaragua, los Obispos de la Conferencia Episcopal, están más atareados planeando cómo derrocar al Gobierno Sandinista, razón por la cual olvidaron por completo solidarizarse con sus hermanos violadores o incluso dedicarles un exorcismo para sacarles el demonio que llevan dentro.