POR UNOS DÓLARES MÁS




por Resistencia 2.0 -

Si retrocediéramos el tiempo (como cinta en flashback), probablemente el espectáculo mediático que montaron este domingo los pequeños grupos violentos de la derecha nos asombraría un poco, nos causaría desasosiego y hasta un poco de temor. Pero ya es una página superada de la historia, y no estábamos justamente ante otra vuelta de tuerca. El sandinismo, hoy más fortalecido que nunca, está preparado para no caer en el juego de los medios corporativistas del imperio y sus obsoletos guioncitos golpistas primaverales o su arpía maniobra del auto ataque.

Sin embargo, no está de más recordar que la naturaleza de las guerras en pleno siglo XXI ha cambiado. Los peleles ahora combaten no solo con un rifle en mano, sino también con armas psicológicas, como ya tenemos aprendido de memoria esa polvosa y vieja teoría de Gene Sharp. Así lo pudimos repasar en cámara lenta, como una lección aprendida, al ver a los medios golpistas, afilando sus cámaras para grabar este domingo la misma película, donde los villanos (verdugos de la paz) se disfrazan de víctimas y angelitos de Dios.

El resultado: otro muerto. Ellos lo mataron. Los criminales siguen en las calles, usando nuestra bandera azul y blanco como mampara, para pasar por “pacifistas” y chovinistas. Los pocos jóvenes que todavía quedan en esos grupillos violentos, ni siquiera saben por qué están allí, ni a qué intereses responden, ni a quienes están asociados. Son minúsculos alfiles en el tablero geoestratégico de la política intervencionista de Washington; jóvenes sin conciencia de lucha, ni de clase, y que bajo el más notorio signo de ingenuidad, se las juegan de valientes por unos dólares más.

Basta decir que mientras estos personajes caricaturescos, sobradamente documentados en fotografías y vídeos, nuevamente sembraban el terror y el caos en tres puntos de la capital (tratando infructuosamente de levantar tranques), su defensora y cómplice del terrorismo, la Presidenta del Cenidh, Vilma Núñez de Escorcia, se encontraba gastando el botín del golpe, comprando zapatos de marca, en una lujosa tienda comercial en Managua.  

Si cualquiera de aquellos delincuentes se encontrara en los carísimos zapatos de su heroína y “defensora de derechos humanos”, al menos sabría que al término de su trabajo mercenario, recibiría no quinientos tristes pesos, sino una jugosa cifra de cuatro o cinco dígitos en su cuenta bancaria; pero no es el caso. Al final del túnel, no ven ´la luz´, luego de ser carne de cañón de los seudoperiodistas que los lanzan al precipicio, en una lucha sin sentido, terminan con la dignidad por el suelo, siendo simples marionetas a manos del Tío Sam.

Prestarse al teatro político, para seguir lesionando la paz de Nicaragua no vale la dignidad de ningún ser humano. Ya muchos han abierto los ojos, han cortado los hilos y dejado su codependencia de las manos del titiritero que los maniobraba para tales fines. Aquellos que habían caído en la trampa, ya retomaron el buen rumbo, al darse cuenta que los únicos que se estaban beneficiando del botín enviado desde el Norte, eran las mismas aves carroñeras de siempre, llámese oligarquía, burguesía o vende patrias.  

No pasaron, No pasarán!
¡Qué Viva Nicaragua Libre!

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