por RESISTENCIA 2.0-
El corazón de la
revolución sandinista es blanco de la ternura de los niños. Así quedó
demostrado una vez más la tarde de este sábado, cuando una pequeña busca desesperada
con sus ojos al Presidente Daniel, para agasajarlo de sinceros abrazos y gran cariño.
La peculiar pequeña, quien
portaba un sombrerito y una característica pañoleta rojinegra, acaparó la atención
de la prensa nacional que capturó aquel momento único, cuando tras la inmensa
caminata por la Paz, Justicia y Vida, el Presidente se detuvo a saludar a las
familias nicaragüenses.
La niña risueña demuestra
toda su admiración al Presidente Ortega; con sus manitos, lo toma por las
mejillas y le da un tierno beso, en señal de cariño; seguidamente la pequeña
comienza a lanzar besos a lo lejos a sus familiares, mientras el Comandante, la
carga entre sus brazos, ríe, y se une a las señas de saludo al inmenso pueblo
que lo rodea en la Avenida de Bolívar a Chávez.
No es la primera vez que
los niños buscan al Presidente Daniel para saludarlo en público. La imagen que
se han construido del Comandante es la de un hombre que ama a los niños de la
patria, los mimados de la revolución.
La historia no engaña, presidentes neoliberales como Arnoldo Alemán y Bolaños cargaban niños para configurarse una imagen positiva ante las cámaras; sin embargo castigaron a los niños del país arrebatándoles la Merienda Escolar, ya dignificada nuevamente por el Gobierno Sandinista.
El mejor regalo que ha
dado el Buen Gobierno a los niños son 11 años de paz, y con ello la construcción
de escuelas, Centros de Desarrollo Infantil (CDI), hospitales con
especialidades completas en pediatría, y lo que más aman los niños: cientos de
coloridos parques en toda Nicaragua.
Los niños de estos Nuevos
Tiempos, indudablemente han disfrutado lo que no pudieron aquellos niños que,
con un fusil y 5 mil balas a cuestas, tuvieron que ir a liberar a Nicaragua de
aquella cruenta dictadura somocista. El mismo somocismo que han querido revivir
los golpistas, y que no pudieron, ni podrán.
Al igual que el Comandante
Daniel, el Presidente Eterno Hugo Chávez también tuvo un gran cariño por los
niños. Las veces que vino a Nicaragua, los niños correteaban a su encuentro. Chávez
jugaba con ellos, les preguntaba si estaban estudiando y qué querían ser cuando
fueran grandes.
Mientras el gobierno
revolucionario de Nicaragua regaló ese inmenso mundo de paz, miles de niños inmigrantes
fueron separados y siguen siendo separados por sus padres por el gobierno de Donald
Trump.
En 2016, Nate, un niño de apenas
cinco años de edad, logró burlarse de la mejor manera del presidente Trump. En
una entrevista realizada por la afamada animadora Ellen DeGeneres. Este
niño, experto en geografía, utilizó uno de sus conocidos mapas del mundo para
enseñarle al público cuáles animales viven en cuáles países, pero al señalar
Rusia, Nate expresó que el animal que vivía allí era Donald Trump.
A finales de agosto 2018,
el Presidente de Estados Unidos y su esposa Melania, visitaron un hospital de
niños de Ohio, donde realizó diferentes actividades didácticas, hasta que los
niños se le burlaron por pintar muy mal la bandera de su país.
Los niños son
la esperanza de nuestras revoluciones, la esperanza de mantener viva la llama
de los héroes y mártires. Su lenguaje universal es el lenguaje del amor, los
niños de la patria libre, aquellos que son luz en caminos cruentos de batallas,
caminos que han querido llenar de oscuridad los verdugos y profanadores de
nuestra libertad.
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